Modelo de la transformación y desarrollo de las culturas
inclusivas
La inclusión en el campo educativo es un modelo que busca
transformar las situaciones de discriminación y exclusión por medio de la
práctica de valores inclusivos como la igualdad, el respeto la solidaridad y la
equidad, dentro de la institución educativa; tiene como finalidad realizar una
mejora en la calidad educativa y el proceso enseñanza-aprendizaje, de manera,
que los estudiantes ejerzan su derecho a la participación y educación de
calidad y construyan espacios de convivencia donde la diversidad es considerada
un valor que impulsa los avances de la comunidad.
la inclusión educativa, siguiendo a la UNESCO, es el
“proceso de abordaje y respuesta a la diversidad de las necesidades de todos
los alumnos a través de la creciente participación en el proceso de
aprendizaje, las culturas y las comunidades, y de la reducción de la exclusión”
Lo cual se realiza mediante la praxis de los principios de
“equidad, cooperación y solidaridad” basados en la heterogeneidad que aseguran
el derecho a la educación, permanencia, participación y aprendizaje de los
estudiantes con necesidades educativas especiales.
La educación inclusiva es un logro, un paso más, hacia el
pleno ejercicio del derecho a una educación de calidad que no se ve limitada a
la integración de los estudiantes “tradicionalmente excluidos” en las escuelas
regulares, sino que pone énfasis en favorecer su plena participación y
aprendizaje dando respuesta a sus necesidades educativas mediante la
transformación de los sistemas educativos y otros entornos de aprendizaje, como
lo son específicamente: sus culturas, políticas y prácticas educativas
Las instituciones educativas son el espacio donde se
garantizan los derechos a la educación es el lugar físico y simbólico en el
cual se desarrollan las experiencias de socialización, donde los estudiantes
construyen sus ideas, conceptos, percepciones y aprendizajes respecto a su
propio mundo y al mundo que los rodea; a partir de ello, la escuela es un lugar
estratégico donde se fortalece a la sociedad mediante sus prácticas y acciones
comunitarias.
La misión de las escuelas es preparar ciudadanos que se
integren y enriquezcan la sociedad; en ese sentido, son los educandos los que
tienen la posibilidad de transformar sus culturas, generar conocimientos y ser
movilizadores sociales. Cabe recalcar, como lo aclara Horacio Ferreyra, que la
escuela debe ser concebida como “comunidad educativa” donde se encuentran
incluidos todos los miembros de la unidad educativa: docentes, directivos,
estudiantes y personal no docente.
La comunidad educativa es el espacio vital donde las
relaciones interpersonales se dan de manera democrática a nivel interno y
externo al claustro educativo. La institución educativa como parte de una
comunidad educativa es un centro con proyección comunitaria donde se busca
desarrollar proyectos de transformación comunitaria que generan identidad y pertenencia
en sus miembros. Los agentes de la comunidad educativa tienen la posibilidad de
transformar o modificar sus códigos culturales. Es indispensable que la
comunidad educativa desarrolle una cultura inclusiva que aporten a la práctica
de valores inclusivos y al reconocimiento de la diversidad para una adecuada
atención a la diversidad.
Las culturas son formas de vidas que se expresan a través de
los valores y la interacción de las personas, no se conceptualiza como una
“totalidad absoluta” que se perpetúa y determina los comportamientos de sus
integrantes, sino que es un “proceso dinámico”, en constante cambio y
transformación realizado por los integrantes de la comunidad, por sus
historias, ideología, contexto, acciones, creencias y valores.
La cultura inclusiva es la búsqueda de procesos de
construcción social y la lucha contra ladesigualdad; además, se relaciona con
una educación “social, emocional, académica y ética” que tiene como objetivo la
transformación del clima escolar.
La inclusión se hará presente en la cultura y las prácticas
de convivencia que se desarrollen dentro de la comunidad educativa, para lo
cual, es necesario una adecuada formación inclusiva, participativa, con trabajo
cooperativo y en valores para los docentes, directivos, estudiantes y familias.
En especial, se debe rescatar la importancia de la participación de las
familias en los procesos educativos, ya que éstas pueden llegar a ser “agentes
condicionantes” en los resultados académicos y educativos de calidad de los estudiantes
.
Para la educación inclusiva, la diversidad es un desafío
transformador donde se realizan cambios en las prácticas pedagógicas de manera
más humanas; por ello, los estudiantes no deben adaptarse al modelo de
educación, sino que la educación se debe adaptar al alumnado incentivando su
participación. La centralidad de la educación inclusiva es que todos los
alumnos puedan alcanzar el éxito escolar desde sus particulares y
potencialidades.
La atención a la diversidad no se limita a la atención a los
estudiantes con necesidades educativas especiales, sino que considera a todos
los integrantes de la institución (PAZ 2018), de manera que a todos se les
brinde una calidad educativa, teniendo las mismas oportunidades y sean tratados
como iguales, atendiendo la diversidad de cada estudiante, lo cual no es dar a
todos lo mismo, sino que hace referencia a lo que necesita cada uno de acuerdo
a sus características y necesidades.
Según PAZ 2018 “La atención a la diversidad consiste en
poner en práctica un modelo educativo que ofrezca a cada estudiante la ayuda
pedagógica necesaria para lograr el desarrollo de capacidades, habilidades,
intereses y motivaciones en los procesos de aprendizaje”